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by Waleska Sallaberry

Muchos ejecutivos de Silicon Valley que diseñan dispositivos y aplicaciones han puesto a sus propios hijos en escuelas Waldorf sin tecnología; incluso Bill Gates y Steve Jobs limitaron estrictamente a sus hijos el tiempo frente a una pantalla.

por Ronica A. O’Hara

Ellos saben de primera mano lo que muchos padres temen: que los niños están perdiendo el desarrollo de habilidades sociales y de vida debido a la tecnología que ha sido deliberadamente diseñada para ser adictiva.

Estudios recientes relacionan el uso excesivo de la tecnología digital por parte de los niños con la ansiedad y la depresión, según informa un equipo de científicos de la Universidad del Sur de California publicado en el Journal of the American Medical Association. Y un doble riesgo de trastorno de déficit de atención/hiperactividad en comparación con los usuarios poco frecuentes. Sin embargo, hay estrategias sólidas que podemos usar para ayudar a los niños a navegar por la naturaleza electrónica, dicen los expertos.

“Actúe como un ejecutivo en tecnología al establecer límites tecnológicos fuertes y comprometer activamente a sus hijos con la familia, la escuela y el aire libre”, aconseja Richard Freed, Ph.D., en Walnut Creek, California, psicólogo de niños y adolescentes, y autor de libro Wired Child: Reclaiming Childhood in a Digital Age.

1 Elabore un plan maestro familiar para el uso de la tecnología. Un buen lugar para comenzar es el Plan familiar de uso de los medios digitales de la Academia Americana de Pediatría (HealthyChildren.org/English/media). “Las reglas pueden ser generales, no ver videojuegos entre semana, o muy específicas, como que sólo se pueden ver videos de YouTube en la computadora de la sala de estar cuando otros miembros de la familia están presentes”, dice Angela Roeber, directora de comunicaciones de Project Harmony de Omaha, una organización sin fines de lucro dedicada a la protección de la infancia.

2 Establezcas límites de tiempo razonables. La Academia Americana de Pediatría recomienda un tiempo frente a una pantalla que sea mínimo y controlado para niños menores de 2 años; una hora al día para niños de 2 a 5 años; y “limites consecuentes” para niños de 6 en adelante. “Lo que mejor funciona para mi familia es un simple cronómetro de cocina,” dice Anya Kamenetz, autora de The Art of Screen Time: How Your Family Can Balance Digital Media and Real Life.

3 Hable con los niños. Converse con ellos sobre por qué necesitan límites, cómo evaluar la información de Internet de acuerdo a su fuente, la forma de ejercer cautela en los medios sociales y por qué algunos juegos están diseñados para ser interminables. Un estudio coreano de 2015 en el que participaron 2,376 estudiantes de escuela elemental, publicado en la revista School Psychology International, encontró que si los padres muestran calidez y supervisan el uso de la tecnología por sus hijos con explicaciones racionales, los niños usan menos medios digitales.

4 Prohiba los dispositivos a la hora de comer y de acostarse. Los investigadores de la Universidad de Texas en Austin hallaron que el sólo hecho de tener los dispositivos electrónicos a la vista, interrumpe la concentración. En la noche, asegúrese que los dispositivos estén apagados una hora antes de acostarse y luego colóquelos en un lugar para recargarlos junto a la puerta principal. Mantenga los teléfonos, las computadoras y las tabletas en una parte de la casa, fuera de los dormitorios de los niños.

5 Manténgase al día con los últimos lanzamientos de la tecnología. Únase a los niños en sus juegos, aplicaciones y visitas a páginas web. Visite CommonSenseMedia.org, que clasifica dicho contenido. Si le preocupa alguna, en lugar de buscar su nombre en Google, añada términos como “riesgos”, “problemas” o “uso infantil”.

6 Emplee controles parentales. Los sitios web y los juegos pueden bloquearse o limitarse dentro de los propios dispositivos. Considere reemplazar el navegador Safari o Chrome en un dispositivo con una versión para niños como Mobicip o GoogleSafeSearch, o instalar programas de monitoreo en profundidad como Net Nanny, Norton Family Premier o Qustodio Parental Control.

7 Cree alternativas agradables. Corra bicicleta con los niños en un parque. Inscríbalos en equipos deportivos o clases de arte, “Parte del reto que enfrentamos como padres es que estos dispositivos nos facilitan las cosas porque nuestros hijos están ocupados, así que si queremos cambiar el comportamiento tecnológico de nuestros hijos, también tendremos que cambiar la forma como hacemos las cosas”, dice Mariam Gates, educadora y autora de Sweet Dreams: Bedtime Visualizations for Kids.

8 Haga una desintoxicación familiar. Durante un domingo al mes, un fin de semana de acampar o unas vacaciones en un lugar remoto, mantenga todos los dispositivos apagados y alejados y observe cómo los niños se tornan más receptivos a medida que vuelven a sintonizar en “la vida real”.

“Recuerde, nuestros hijos pueden estar una aplicación más adelante que nosotros, pero siempre necesitarán nuestra sabiduría como padres”, aconseja Sue Scheff, bloguera de seguridad cibernética y coautora con Melissa Schorr del libro Shame Nation: The Global Epidemic of Online Hate.

Ronica A. O’Hara escribe sobre salud natural y está radicada en Denver. Comuníquese en: OHaraRonica@gmail.com. Artículo publicado en la edición de agosto 2019 de Natural Awakenings.

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