Este mes se celebra el famoso día de acción de gracias. Pero, ¿acaso no debemos dar gracias todos los días? Una de las lecciones más grandes que he aprendido en mi vida es que mientras más agradecidos somos por las cosas que tenemos, más bendiciones recibimos del Universo.
La gratitud es detenernos para tomar conciencia y valorar las cosas damos por sentado, como por ejemplo, tener un lugar donde vivir, comida, agua potable, amigos, salud, ojos para ver y piernas para caminar. Es tomarnos un momento para reflexionar lo afortunados que somos cuando algo bueno ocurre, no importa cuan relevante sea.
Practicar la gratitud constantemente nos pone en un estado de ánimo positivo. Cuando nos enfocamos en ser agradecidos, nos percatamos mas fácilmente de lo bendecidos que somos todo el tiempo. Con sólo hacer un recuento de las cosas por las cuales damos gracias, revivimos ese momento nuevamente y nos sentimos por ende felices y bendecidos. Cuando estamos felices tenemos mejor actitud. Y cuando tenemos una buena actitud, nos estresamos menos y enfrentamos todo con una mente positiva. ¡Es como un círculo ‘vicioso’ de felicidad y buena vibra! ¿Y quién no quiere estar feliz?
En mayo de este año conocí a Mary Lynn Ziemer, quien por dicha comparte con nosotros un lindo artículo sobre la gratitud en esta edición. Llegó a mi vida en el momento más indicado. Los nuevos proyectos en los que me había envuelto me habían consumido y me habían sacado de mi centro. Ya no daba gracias por mis bendiciones sino me pasaba en una constante queja, molesta con todo lo que me rodeaba, hasta conmigo misma. Recuerdo que estaba entusiasmada en asistir a su taller ya que era sobre felicidad y en esos días moría por conectar con aquellas emociones positivas que se habían disipado dada la carga que estaba llevando. No hicimos mas que comenzar a trabajar con la gratitud y afirmaciones positivas e inmediatamente mi vida tomó otro giro. Las afirmaciones de gratitud me ayudaban a “cambiar el cassette” en los momentos que pensamientos negativos asechaban mi mente. Dar gracias por adelantado por las cosas que quería atraer a mi vida se convertían en un magneto que atraía todas esas cosas que quería. Esto no era nada nuevo para mí pero definitivamente necesitaba que alguien me lo recordara.
Este semestre decidí implementar el diario de gratitud con mis estudiantes de séptimo grado en Semillas como parte de la clase de enriquecimiento personal. Ha sido súper gratificante ver cómo se han envuelto en el “proyecto”. Una de las afirmaciones de mi hijo de 12, quien es parte de esa clase, comenzó a incluir que quería echar al menos dos goles en cada partido de futbol. Desde entonces no ha metido menos de dos ni en las prácticas. Ha podido comprobar por sí mismo que esto sí funciona. Tanto así que mi hijo menor (9 añitos) quiso también comenzar su propio diario de agradecimiento. ¡Wow! ¡Qué bendecidos son! Cuánto hubiera yo dado por haber sabido todas estas cosas a esa edad. Que muchos dolores de cabeza me hubiera ahorrado. Pero bueno…agradecida porque con mis experiencias puedo ayudar a los demás, especialmente a estas jóvenes almas que se preparan para enfrentar estos tiempos.
El año pasado, para el mes de noviembre comencé en la escuela un jarrón de bendiciones. Cada mañana los estudiantes al llegar tenían que escribir en un papelito algo (o alguien) por lo que daban gracias y depositarlo en el jarrón. La intención era crearles el hábito de ser agradecidos. Interesante fue que una vez acabó el mes de “acción de gracias” ellos seguían viniendo a depositar sus bendiciones.
Hay muchas manera de inculcar esta actitud en nuestros niños, y en nuestras vidas. Te invito a comenzar tu propio diario de gratitud. En las mañanas al abrir los ojos, que tu primer pensamiento sea uno de gratitud. Tenemos tanto por lo que estar agradecidos…tanto que damos por sentado. El simple hecho de abrir nuestros ojos y ver, el poder respirar, el tener una cama donde dormir y una frisa para arroparnos es mucho más de lo que miles de personas en este mundo tienen. Somos realmente afortunados. En las noches escribe tres cosas del día por las que dar gracias. Practicar esto te lleva a revivir ese momento de felicidad, te vas a la cama sintiéndote sumamente bendecido y elevas al Universo gratitud que generará aun más bendiciones para ti.
PUBLICADO EN NOVIMEBRE 2015